Marley
Marley (Ídem, EU-GB, 2012), noveno
largometraje de Kevin Macdonald, es demasiado. Demasiada duración (144
minutos), demasiada información (sobre la vida del biografiado, sobre la
historia de Jamaica, sobre el origen del reggae), demasiados testimonios
(familiares, mujeres, amigos, compañeros). El filme es agotador, sin duda, aunque se
agradece el compromiso del cineasta con el tema y su biografiado.
Apoyado por los herederos de Robert Nesta Marley
(1945-1981), Mcdonald nos entrega una exhaustiva biopic documental sobre los
humildes orígenes de Marley -nació en el campo
jamaiquino-, su difícil condición de niño mulato rechazado por su padre blanco
-lo que daría pie muchos años después para componer su canción Cornerstone
(1970)-, la formación de su grupo musical militante The Wailers -que el propio Marley se encargaría de transformar una y otra vez-,
su implacable tesón en busca del éxito comercial -lo que lo llevaría a
aventurarse en largas giras por Estados Unidos y Europa-, su acercamiento al
excéntrico Movimiento Rastafari -de quien se convertiría en su vocero más
conspicuo- y su complicada vida amorosa/familiar, pues aunque nadie duda del
genio musical de Marley, los propios hijos lo
califican como un hombre enigmático y distante, mientras las muchas mujeres de
su vida hablan de cómo negociaban sus amores con alguien que tuvo 11 once hijos
con siete mujeres en sus escasos 36 años de vida.
Macdonald y su editor Dan Glendenning han hecho un trabajo notable en
ordenar los incontables testimonios de amigos/compañeros/familiares con una
entrevista hecha al propio Marley y algunas
confesiones en audio del propio músico, quien habla de sus creencias, sus
canciones y su vida que, por lo que vemos a lo largo del documental, estaba
íntimamente ligada a su música. Es decir, cada pieza de Marley salió de una experiencia personal, familiar,
política y/o social específica.
Una sección particularmente interesante es el análisis que hace del
nacimiento del reggae -una mezcla de funk, rhythm and blues, soul y jazz-, a
partir de la evolución del ska, una fusión de la música popular afroamericana
con los ritmos nativos de Jamaica. En este contexto histórico musical, a fines de los años 50, el adolescente
Robert Marley llegó a vivir a Kingston, al
barrio bravo de Trench Town, en donde nacería él como músico y el reggae como
el primer género musical global nacido en un país de Tercer Mundo. Lo demás, es historia. Y bien contada por Kevin Macdonald.
Comentarios
Me viene a la mente el film sobre la obra de George Harrison, que salió en el 2011. Dura casi 3 hrs y media, pero no se siente pesado. Bueno, si por la duración. Estár tanto tiempo en una butaca no es muy agradable. Pero en si la historia de Harrison no es aburrida en lo absoluto.
Pero si mi premisa para no abordar siquiera la manera en que el documental me golpeó al verlo en la pasada Muestra, era que salí triste, realmente triste, de la sesión
Sólo parece que hay algo ahi, que no tiene nada más que ver con Scorcese o con Harrison, pero si con la visible manera de bañarnos de Bob Marley no para saber más de él o de su música sino para estar en la misma frecuencia que lo llevó a hacerla. O no. Como se dice ahora.