ParaNorman
Sin tanta pompa y circunstancia,
Laika Entertainment, la casa productora de animación ubicada en Oregon, ha ido
forjándose una reputación creciente en el mundo del stop-motion. La empresa, creada
apenas en 2005, participó en la producción de El Cadáver de la Novia (Burton y Johnson, 2005) para la Warner
Brothers, pero debutó formalmente con la obra mayor Coraline y la Puerta Secreta (Selick, 2009), uno de los filmes
–animados o no- que mejor ha usado el 3D.
ParaNorman (Ídem, EU, 2012) es,
entonces, apenas el segundo largometraje de Laika y, aunque se queda un tanto
cuanto corto si se le compara con la más redonda Coraline…, de todas maneras hay que subrayar que estamos ante un notable
filme animado cuadro-por-cuadro, tanto en el aspecto técnico como en su
arriesgada propuesta argumental.
El
Norman del título es un niño de once años que, como el Haley Joel Osment de El Sexto Sentido (Shyamalan, 1999),
tiene la particularidad de ver “gente muerta”: su abuelita, un militar con todo
y caballo, un hippioso, un perro partido en dos y cualquier otro muertito que
se le atraviese en el camino. Por supuesto, este “don” no es apreciado por su
familia –su papá, de plano, se avergüenza de él; su hermana mayor lo aborrece-,
por sus compañeros de escuela –es la previsible “torta” del salón-, ni por el
pueblo entero de Blithe Hollow, que ve con desconfianza al solitario chamaco.
Sin
embargo, por su muy particular “talento”, Norman será el único que pueda salvar
a Blithe Hollow de una maldición por la cual una bruja, condenada a muerte 300
años antes, buscará vengarse de sus ejecutores. Norman contará con la ayuda de
un variopinto equipo: su desesperante hermana mayor, el descerebrado “bully” de
la escuela, el infaltable compañero gordito y su forzudo hermano mayor -por que
el babea la hermana de Norman, por cierto.
ParaNorman es dirigida a cuatro manos
por el debutante Chris Butler y el experimentado Sam Fell (Lo que el Agua se Llevó/2006, Desperaux:
un Pequeño Gran Héroe/2008), quienes logran mantener durante todo el filme
un delicado equilibrio entre el humor slapstick,
los guiños referenciales al cine de zombis –la casa distribuidora es Universal,
de alcurnia en el horror clásico- y el manejo directo del horror puro que,
por lo menos a la función a la que
asistí, hizo que varios niños soltaran chicos gritotes mientras sus papás, a su
lado, quedaban silenciosos, viendo lo que sucedía en la pantalla.
De
manera natural, el stop-motion encaja a la perfección con este filme de muertos
que salen de sus tumbas, de zombis que se mueven lentamente y con dificultad:
la animación cuadro-por-cuadro rescata lo grotesco y, al mismo, tiempo, lo
mágico de este escenario insólito mientras da el pretexto para el mejor gag de
todo el filme –chiste que, por cierto, ya se podía ver en el tráiler de la
película.
Por
si fuera poco, además de la experta mezcla de géneros y del virtuosismo técnico
que demuestran los cineastas –ojo a la riqueza del encuadre y el manejo del
enfoque-, está el discurso nada ñoño a favor de lo diferente, de lo distinto, y
en contra de los linchamientos morales y/o físicos. Para acabar pronto, creo
que estamos ante el primer filme animado dirigido a niños que nos descubre,
naturalmente, sin hacer mucha alharaca, la preferencia gay de uno de los
personajes.
No está mal acostumbrar a los niños a aceptar la diferencia. Para
que luego no anden persiguiendo brujas, niños “raros” o cualquier otra cosa que
no sea “normal”.
Comentarios
Es que Batman acaparó mis fines de semana anteriores, por eso se me juntaron...
La del doble del diablo creo qe la compre desde enero en Bray. La de Total Recall espero qe sea mejor que la original y al parecer si replican aquella escena morbosa en la secundaria de la ruca con el triple seno haha