El cine que no vimos/L




Apenas me estoy poniendo al día con el cine del ascendente Jeff Nichols cuyas cintas, por una de las muchas injusticias de nuestros distribuidores (inter)nacionales, permanecen inéditas comercialmente en México. Por lo pronto, acabo de revisar  Shotgun Stories (EU, 2007), opera prima del cineasta nacido en Arkansas, película que, hasta donde sé, ni siquiera mereció distribución en DVD de Región 4.
Una desgracia, insisto, pues Shotgun Stories es un sólido debut. La cinta, a pesar de estar ubicada en el sur americano, en algún pueblito macuarro de Arkansas, trata un tema universal y atemporal: el origen de la violencia y su imparable y trágico escalamiento.
Son (Michael Shannon, el actor fetiche de Nichols, pues ha aparecido en sus siguientes dos filmes) es el hijo mayor de un patriarca que los abandonó hace mucho tiempo para formar una segunda familia. Son y sus hermanos Boy y Kid (Douglas Ligon y Barlow Jacobs) no tiene buen recuerdo de su padre, tan es así que cuando se enteran de su muerte, se presentan al velorio y Son termina escupiendo el ataúd donde descansa a quien llama “una mala persona”, por más que el muertito haya dejado el trago, renegado de la violencia, volcado hacia la religión y haya criado una nueva familia que lo llora genuinamente. 
El escupitajo de Son a su padre fallecido será el punto de partida de una lucha mortal entre los dos grupos de medios hermanos. Por más que haya algo de sensatez de un lado y algo de cobardía por el otro, siempre habrá un episodio que encienda la ira, la venganza, el odio. La violencia va escalando sin que nadie parezca tener la suficiente inteligencia o el sentido común para detenerla. Cual tragedia griega clásica o pieza de venganza de la era jacobina, los personajes parecen estar condenados a cumplir un destino inevitablemente violento.
La puesta en imágenes de Nichols, su cinefotógrafo Adam Stone y el editor Steven Gonzales privilegian la observación lírica del entorno casi mítico en el que se mueven todos los personajes. Al mismo tiempo, se opta por una narración elíptica que evita mostrar la violencia  –un acercamiento a un tobillo sugiere el resultado de un enfrentamiento, la pantalla se oscurece para obviar el final de una pelea- porque, ¿cómo condenar la insensatez de la venganza si, al mismo tiempo se gozan la sangre, los golpes, los disparos, la muerte? Una lección ética y, mejor aún, de buen cine. Tarantino debería aprender algo al respecto. 

Comentarios

Ah, Take Shelter, sabrá la razón por la que también fue ninguneada, aunque sí se consigue nacional...

Ahora a esperar por Mud.
Agustín: No sabía que estaba Take Shelter en DVD nacional. La voy a buscar.
Y con un nombre horrible: Atormentado.

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