Seguir Siendo: Café Tacvba
¿Quién es el autor de Seguir Siendo: Café Tacvba (México, 2010), primer largometraje documental al alimón de los egresados del CUEC José Manuel Cravioto y Ernesto Contreras? Los créditos dicen que ellos hicieron casi todo: dirigieron, editaron, produjeron, escribieron y, en un descuido, hasta fueron por los chescos.
Sin embargo, es evidente que aquí hay otro autor, acaso inevitable: la misma banda que Contreras/Cravioto retratan en el escenario, tras bambalinas, en entrevistas íntimas, en sus lejanos inicios, en su consagración, desde Rockotitlán hasta el Foro Sol, pasando por Utah, Tokio, Barcelona, Buenos Aires y puntos intermedios.
Va la primera obviedad: Seguir Siendo fue hecho a partir no sólo de la aquiescencia sino de la participación directa de Joselo, Meme, Quique y Rubén, los cuatro miembros de Café Tacvba. Así que lo que vemos es no sólo aquéllo que Contreras/Cravioto quieren mostrar sino, también, la imagen que los tacubos desean transmitir de ellos mismos. Y ni modo: ni Scorsese pudo poner sus condiciones a los Rolling Stones para su documental/concierto Rolling Stones: Shine a Light (2008): había que ver al director de Toro Salvaje (1980) negociar por teléfono con Jagger el número de cámaras y el movimiento de las mismas en el escenario.
En todo caso, Contreras/Cravioto (más los tacubos) nos entregan un meritorio documental que tiene de todo: crónica de los inicios y sus antecedentes con todo y jocosa presentación con Paco Stanley, virtuosismo técnico en la edición sonora/visual -esa rola tocada en diferentes escenarios-, ego-trip que bien podrían haberse ahorrado (la comparación que hacen algunos de Café Tacuba con U2, Rolling Stones y hasta Los Beatles -nomás les faltó Jesucristo), emocionantes/emocionadas imágenes de la banda tocando en Barcelona con un público en trance gritando a coro "Ingrata" y, por supuesto, confesiones íntimas -y, se entiende, controladas- de todos los tacubos, desde el alcoholismo de Joselo hasta la sinceridad autoral de Quique ("'Seguir siendo' soy yo", dice cual Flaubert musical y de Región 4), pasando por el cálculo más obvio por parte de Rubén (el inconfundible vocalista dice "soy muy tímido": ajá) y volviendo de nuevo con Quique y Joselo, quienes articulan la ética del grupo y del propio filme en el que están siendo retratados. En este sentido, Joselo afirma, sin emoción, que es parte de su trabajo dar entrevistas, saludar y tomarse fotos con sus seguidores, tenga o no las ganas de hacerlo. Quique, por su lado, lo resume inmejorablemente: el imperativo es "no hablar demasiado y hacer más". Es decir, salir al escenario, viajar, componer, talonear...
La dinámica interna del grupo aparece oscurecida -¿de verdad se llevan tan bien, se respetan tanto, se toleran siempre?- aunque hay una escena central, casi en forma de guiño, que nos da algunas claves. En ella, Gustavo Santaolalla, que está produciendo un disco de ellos, está atestiguando una muy serena discusión entre los tacvbos. Desaforado y carcajeando, interrumpe la plática señalando que todos están muy correctos y bien portados porque están en un documental. Pero, se entiende, ellos no son así en la realidad. Va la segunda obviedad: nadie es la misma persona cuando dirigen una cámara hacia ella. Y muchos menos unos músicos tan concientes de sí mismos como son los tacubos.
Sin embargo, es evidente que aquí hay otro autor, acaso inevitable: la misma banda que Contreras/Cravioto retratan en el escenario, tras bambalinas, en entrevistas íntimas, en sus lejanos inicios, en su consagración, desde Rockotitlán hasta el Foro Sol, pasando por Utah, Tokio, Barcelona, Buenos Aires y puntos intermedios.
Va la primera obviedad: Seguir Siendo fue hecho a partir no sólo de la aquiescencia sino de la participación directa de Joselo, Meme, Quique y Rubén, los cuatro miembros de Café Tacvba. Así que lo que vemos es no sólo aquéllo que Contreras/Cravioto quieren mostrar sino, también, la imagen que los tacubos desean transmitir de ellos mismos. Y ni modo: ni Scorsese pudo poner sus condiciones a los Rolling Stones para su documental/concierto Rolling Stones: Shine a Light (2008): había que ver al director de Toro Salvaje (1980) negociar por teléfono con Jagger el número de cámaras y el movimiento de las mismas en el escenario.
En todo caso, Contreras/Cravioto (más los tacubos) nos entregan un meritorio documental que tiene de todo: crónica de los inicios y sus antecedentes con todo y jocosa presentación con Paco Stanley, virtuosismo técnico en la edición sonora/visual -esa rola tocada en diferentes escenarios-, ego-trip que bien podrían haberse ahorrado (la comparación que hacen algunos de Café Tacuba con U2, Rolling Stones y hasta Los Beatles -nomás les faltó Jesucristo), emocionantes/emocionadas imágenes de la banda tocando en Barcelona con un público en trance gritando a coro "Ingrata" y, por supuesto, confesiones íntimas -y, se entiende, controladas- de todos los tacubos, desde el alcoholismo de Joselo hasta la sinceridad autoral de Quique ("'Seguir siendo' soy yo", dice cual Flaubert musical y de Región 4), pasando por el cálculo más obvio por parte de Rubén (el inconfundible vocalista dice "soy muy tímido": ajá) y volviendo de nuevo con Quique y Joselo, quienes articulan la ética del grupo y del propio filme en el que están siendo retratados. En este sentido, Joselo afirma, sin emoción, que es parte de su trabajo dar entrevistas, saludar y tomarse fotos con sus seguidores, tenga o no las ganas de hacerlo. Quique, por su lado, lo resume inmejorablemente: el imperativo es "no hablar demasiado y hacer más". Es decir, salir al escenario, viajar, componer, talonear...
La dinámica interna del grupo aparece oscurecida -¿de verdad se llevan tan bien, se respetan tanto, se toleran siempre?- aunque hay una escena central, casi en forma de guiño, que nos da algunas claves. En ella, Gustavo Santaolalla, que está produciendo un disco de ellos, está atestiguando una muy serena discusión entre los tacvbos. Desaforado y carcajeando, interrumpe la plática señalando que todos están muy correctos y bien portados porque están en un documental. Pero, se entiende, ellos no son así en la realidad. Va la segunda obviedad: nadie es la misma persona cuando dirigen una cámara hacia ella. Y muchos menos unos músicos tan concientes de sí mismos como son los tacubos.
Comentarios
"'Seguir siendo' soy yo", dice cual Flaubert musical y de Región 4". Priceless!
Saludos
No hay en Hispanoamérica nadie como ellos....ni se ve que alguien venga surgiendo.
2046
Yo lo vi en la premier, después de más de una hora de espera.
Soy fan de la banda, fui a su concierto de los 15 años y al de zocalo. Pero trate de ver el documental de un lado más cinematográfico.
1) El principio es muy memorable, totalmente de acuerdo con eso.
2)La edición admito que esta muy bien lograda asi como el diseño de sonido en la canción ingrata.
3) En su integridad deja mucho que desear, el montaje les falla. Después de esa gran secuencia de como Santaolalla les dice que metan una canción, los directores no supieron como ligar y metieron una slide de fotografia que bajonea muy gacho.
4) La parte de entrevistas a los productores tambien es excesiva y repetitiva.
5)Estoy de acuerdo es solo para fan, es algunas partes si se me puso la piel chinita.
P.D. La animacion de los discos esta muy chida, aunque no se entiende bien cuando hablan de su discografia
Ya lo dijeron aquí arriba, si de todos modos no van a ser ellos mismos entonces, ¿dónde quedó el documental?. Y es que en un documental, estas tarugadas no se perdonan.
Hasta en uno de esos fragmentos de la serie Clío de Enrique Krauze hay más cine y más Café Tacuba que aquí.
Emulándolo: "Bullshit".