Sé lo que viste el fin de semana pasado/CCLXX
Mommy (Ídem, Canadá, 2014), de Xavier Dolan. La ganadora del Premio del Jurado -ex-aqueo con Adiós al Lenguaje (Godard, 2014)- en Cannes 2014 es un melodrama desatado acerca de una madre viuda y con problemas económicos que, además, tiene que lidiar con su insoportable e incontrolable chamaco de 16 años que padece de hiperactividad y que disfruta desafiando toda forma de autoridad posible.
La película la vi hace apenas unos días, en Palm Springs 2015 y el jurado del que formé parte decidió otorgarle el premio a la Mejor Actriz a la impresionante Anne Dorval por el papel de esta locochona mamá insumergible. En este terreno, en efecto, no hay mucho qué discutir.
El resto del filme no me entusiasmó tanto como a muchos otros colegas, aunque es innegable que Dolan sabe hacer cine y juega con él para lograr los efectos precisos que desea, como en esa ya célebre escena en la que el ingobernable adolescente (Antoine-Olivier Pilon) abre con sus manos el encuadre, de tal forma que la imagen pasa de ser mostrada en 1:1 a 1.85:1. En estos momentos, Dolan parece niño con juguete nuevo. Pero un niño talentoso, sin duda.
La Teoría del Todo (The Theory of Everything, GB, 2014), de James Marsh. Un Oscar-bait que no oculta ser solamente eso. Impecablemente producida, muy bien actuada -por Eddie Redmayne como Stephen Hawking, pero mejor por Felicity Jones en el papel de su devota esposa Jane-, y muy poco más. Estará nominada y ganará una que otra estatuilla, que para eso fue hecha. Mi crítica en el Primera Fila del pasado viernes de Reforma.
Comentarios
A diferencia de Tom en el granero, donde toda la cinta arranca en formato convencional (widescreen, pues) y hacia la mitad el cuadro se cierra para expresar la sensación de "atrapado sin salida" del personaje, acá la dinámica es al revés, entonces todo el tiempo está uno como atrapado junto con los personajes en ese encuadre perpetuamente claustrofóbico. Y cuando ya se acostumbró uno al formato y piensa uno que así se va a quedar la película, PUMBALE!! En una escena por demás inspirada, emocional y entrañable, donde todos los personajes están en armonía, el chamaco abre el cuadro como diciendo: "me siento bien, me siento liberado de esta cárcel mental que me cargo" y tómala barbon!!! Se abre el cuadro, la magia del cine se hace presente y nosotros como espectadores vemos por primera vez todo el panorama y todo lo que nos estábamos perdiendo por estar atrapados en la neurosis de los personajes. Bueno y de pilón suena Wonderwall en el fondo...
No no no, ESCENÓN!
Pero y qué me dices de esas atmósferas y esos momentos íntimos que logra capturar Dolan como cuando bailan On Ne Change Pas de Celine Dion o cuando las, ahora amigas, están cotorreando y una de ellas dice: "la vida es como el póquer, sin un buen par ya valiste" jajajaja
Y bueno, ese momento donde la
mamá sueña con el futuro y el cuadro se vuelve a abrir, con esa música como de película de Nolan, fuuuuts!!
Me confieso entusiasta de esta película. #TeamDolan
Y pensar que cuando vi Tom En El Granero no me entusiamó tanto. Las vueltas que da la vida je
Saludos!
¿Pero que acaso no era justo lo que a Hitchcock le gustaba hacer Ernesto? Jugar con la audiencia y sus emociones y reacciones dentro de una sala de cine?
Y digo esto con todo el respeto y sin ánimos de decir que Dolan es como Hitch, solo lo digo como algo que también hacia el Maestro. Digo, no está mal que un chamaco de 25 años trate de emularlo no?
:)
Que vaya con Rigoberto Pérezcano para que le platique cómo hacer un final abierto que deje a todos con el "Jesus en la boca" como en esa de Carmin Tropical...