El cliché que yo ya vi/CXXVIII
Joel Meza propone:
Acuérdense dónde dejamos el carro: En las películas, la mejor manera de esconder algún vehículo o una maquinaria gigantesca es en medio de la ciudad, debajo de una construcción muy concurrida. Esto no tendría nada de malo, si no fuera porque la lógica dicta que el aparatote y la infraestructura para mantenerlo ahí y eventualmente echarlo a andar habrían sido descubiertos a las primeras de cambio; por ejemplo, al excavar para instalar drenaje, cableado telefónico o eléctrico o hacer los cimientos de alguna nueva construcción cercana.
Por ejemplo, en La guerra de los mundos, de Spielberg, las máquinas marcianas estaban enterradas bajo las ciudades antes de que fueran construidas. En Tomorrowland, el subsuelo de París también tiene su secreto apenas bajo el pavimento.
Afortunadamente existen películas que truenan el cliché de excelente manera: en Hombres de Negro, los platillos voladores están escondidos a la vista de todos, en medio de Nueva York.
Comentarios
Por eso Pacific Rim está muy bien pensada y rompe con el cliché. En esa película los mostros salen de un agujero interdimensional que se encuentra en las profundidades del océano. Nadie vio venir eso y por eso tomaron por total sorpresa a la humanidá
je
2046