Mamases infernales

“Madre sólo hay una ¡y me tenía que tocar a mí!”, dice el aforismo irrebatible del Filósofo de Güemez. He aquí cinco mamacitas infernales que nadie quisiera tener y que todos recordamos. Van, pues, cinco mamases que son más malas que la carne de puerco, como sigue y en orden de aparición:
Ana Luisa de la Fuente (Emilia Guiú) en Angelitos Negros (México, 1948), de Joselito Rodríguez. La rubia catalana Guiú es egoísta, racista, grosera, soberbia y malosa como pocas: rechaza a su propia hija (Titina Romay) porque nació cambuja y le echa la bronca a su marido, Pedro Infante que, sufrido él, toma toda “la culpa” de tener antepasados negros. En realidad, la “negra” es la propia Guiú, hija de su nana de origen africana (Rita Montaner). Diversión y sufrimientos garantizados.
Perfecta (Dolores del Río) en Doña Perfecta (México, 1951), de Alejandro Galindo. Una obra maestra anticlerical que, en estos tiempos retro-cristeros, resulta más pertinente que nunca. Ubicada la historia en el México de la Reforma, la castrante madre ultramocha Doña Perfecta (Lolita, extraordinaria) es capaz de todo con tal de que su hija Esther Fernández no se case con un perredista (digo, con un funcionario del gobierno liberal). Una de las grandes cintas mexicanas de todos los tiempos.
“Madre” (?) en Psicosis (Psycho, EU, 1960), de Alfred Hitchcock. La mamá de Norman Bates (Anthony Perkins) es de lo peor: absorbente, demandante… y asesina. Sólo basta que su hijito desee alguna mujer para que la doña explote y, hecha una furia, le dé su merecido con un cuchillo cebollero a la pécora sonsacadora de marras. Y lo peor de todo: habrá que recordar que “Madre” es la que gana al final de cuentas.
Joan Crawford (Faye Dunaway) en Mamita Querida (Mommie Dearest, EU, 1981), de Frank Perry. Desbocado churrazo morboso/melodramático basado en las memorias de la hija adoptiva de la actriz Joan Crawford, sobreactuada aquí por Faye Dunaway. En la película Crawford es tan mala que resulta pésima. No por nada el filme ganó cinco razzies a lo peor del cine en 1982 –entre ellas Peor Película, Peor Guión y Peor Actriz- y fue considerada, con toda justicia, la peor cinta de la década.
Beverly R. Suthpin (Kathleen Turner) en Mi Mamá es una Asesina (Serial Mom, EU, 1994), de John Waters. En realidad, la máter admirabilis encarnada aquí por Kathleen Turner no es una mala madre. Su único defecto es que una asesina serial que está dispuesta a escabecharse a quien ose molestar a sus hijitos. Acaso la obra más lograda del siempre disparejo Waters, que en este filme logra dos momentos antológicos: Kathleen Turner asesinando a una amable señora a ritmo de “Tomorrow” (la canción-tema de la obra Anita la huerfanita) blandiendo como arma una pierna de carnero, y la misma Turner abriéndose rítmicamente de piernas frente a un sudoroso voyeur a punto de darle un infarto en una sala de juzgado. Esta sí es una mamá de pocas pulgas.
Ana Luisa de la Fuente (Emilia Guiú) en Angelitos Negros (México, 1948), de Joselito Rodríguez. La rubia catalana Guiú es egoísta, racista, grosera, soberbia y malosa como pocas: rechaza a su propia hija (Titina Romay) porque nació cambuja y le echa la bronca a su marido, Pedro Infante que, sufrido él, toma toda “la culpa” de tener antepasados negros. En realidad, la “negra” es la propia Guiú, hija de su nana de origen africana (Rita Montaner). Diversión y sufrimientos garantizados.
Perfecta (Dolores del Río) en Doña Perfecta (México, 1951), de Alejandro Galindo. Una obra maestra anticlerical que, en estos tiempos retro-cristeros, resulta más pertinente que nunca. Ubicada la historia en el México de la Reforma, la castrante madre ultramocha Doña Perfecta (Lolita, extraordinaria) es capaz de todo con tal de que su hija Esther Fernández no se case con un perredista (digo, con un funcionario del gobierno liberal). Una de las grandes cintas mexicanas de todos los tiempos.
“Madre” (?) en Psicosis (Psycho, EU, 1960), de Alfred Hitchcock. La mamá de Norman Bates (Anthony Perkins) es de lo peor: absorbente, demandante… y asesina. Sólo basta que su hijito desee alguna mujer para que la doña explote y, hecha una furia, le dé su merecido con un cuchillo cebollero a la pécora sonsacadora de marras. Y lo peor de todo: habrá que recordar que “Madre” es la que gana al final de cuentas.
Joan Crawford (Faye Dunaway) en Mamita Querida (Mommie Dearest, EU, 1981), de Frank Perry. Desbocado churrazo morboso/melodramático basado en las memorias de la hija adoptiva de la actriz Joan Crawford, sobreactuada aquí por Faye Dunaway. En la película Crawford es tan mala que resulta pésima. No por nada el filme ganó cinco razzies a lo peor del cine en 1982 –entre ellas Peor Película, Peor Guión y Peor Actriz- y fue considerada, con toda justicia, la peor cinta de la década.
Beverly R. Suthpin (Kathleen Turner) en Mi Mamá es una Asesina (Serial Mom, EU, 1994), de John Waters. En realidad, la máter admirabilis encarnada aquí por Kathleen Turner no es una mala madre. Su único defecto es que una asesina serial que está dispuesta a escabecharse a quien ose molestar a sus hijitos. Acaso la obra más lograda del siempre disparejo Waters, que en este filme logra dos momentos antológicos: Kathleen Turner asesinando a una amable señora a ritmo de “Tomorrow” (la canción-tema de la obra Anita la huerfanita) blandiendo como arma una pierna de carnero, y la misma Turner abriéndose rítmicamente de piernas frente a un sudoroso voyeur a punto de darle un infarto en una sala de juzgado. Esta sí es una mamá de pocas pulgas.
¿Alguna otra mommy-from-hell?
Comentarios
Rosemary (como en El Bebé de...). "Duérmase mi niño..."
La mama de Howard Hugues en El aviador, responsable de todos los complejos y traumas psicológicos del pobre Dicaprio, digo, de Hugues.
La mamá de El orfanato, quien, accidentalmente provoca la muerte de su hijo y se embarga en la historia fantasmal de la película.
John Travolta vestido de female-fatal en Hairspray (jajaj, ¿ésa cuenta?) y sus mortales ataques pompa.
La relación idílica entre madre-hijo en El soplo al corazón de Louis Malle.
Y como pilón cómico, ¿alguien ha visto el cortometraje mexicano Adiós mamá de Ariel Gordon? No es una maravilla pero está un personaje de una "mamá" muy aventada.
Bueno, ya me dieron tema para el blog, que hace mucho que no le escribo.
Saludos Ernesto
Anne Ramsey en Throw Momma from the Train (1987)...
Saludos
FABIO
A la Reina Alien de "Aliens" desde luego. Es a fin de cuentas una madresota en más de un sentido, no?
La mamá sobreprotectora en "Braindead" (o "Dead Alive") de Peter Jackson también es de antología. Si no mal recuerdo, en España a esa cinta le pusieron "Tu Madre se ha comido a mi perro!". Y con justa razón.
Y no es de cine, pero Catalina Creel es un clásico no?
Saludos!
Joel: se me ocurrió la Livia de Yo Claudio, pero era serie televisiva (además, sólo yo me acuerdo de esa serie). Livia Soprano, claro. Debí haberla anotado.
J luis: Es cierto. La madresota de Aliens. Y Trino (el caricaturista) recordó a la Madre de 2001.
Hammurabi: Pues a escribir.
Livia de Yo Claudio, sicierto... Yo la ví hasta su segunda vuelta en México, cuando estaba en la secundaria. En su primera corrida estaba muy chico para tanta perversión, pero mis papás siempre la estaban comentando y por supuesto, mi imaginación podía más...